lunes, 19 de marzo de 2012

La evolución de la Luna, celebrando los mil días sonda LRO en órbita lunar


Quantum


Posted: 18 Mar 2012 09:40 PM PDT

Hoy 19 de marzo 2012 la sonda LRO (Lunar Reconnaisance Orbiter) cumple sus primeros 1.000 días en órbita lunar, motivo por el cual el equipo de científicos del centro Espacial Goddard, de la NASA, que opera la sonda LRO, acaba de publicar dos vídeos fascinantes acerca de la historia y evolución de nuestro satélite.

El primero, titulado "Evolución de la Luna", muestra en tan solo 2,5 minutos cómo nuestro satélite ha adquirido su aspecto actual. En el vídeo se explican las distintas fases y los fenómenos por los que ha pasado la Luna hasta llegar al aspecto que todos conocemos y que arrancó como una enorme bola de magma provocada por una colisión de un objeto del tamaño de Marte contra la Tierra hace 4.500 millones de años y que, tras enfriarse, dio origen a nuestro satélite. Veamos:




El segundo, es un recorrido por los lugares y paisajes lunares más destacados e impactantes. La NASA nos ha preparado una visita virtual por algunas zonas de la Luna entre las que se encuentran el cráter Shackleton, el volcán Compton-Belkovich, el cráter Jackson, el cráter Tsiolkovsky o el Mare Serenitatis, puntos clave que han sido recreados de manera virtual gracias a la precisión de los datos obtenidos por la sonda LRO durante su observación de la superficie Lunar. Veamos:




La Luna, por supuesto, no fue siempre tal y como la podemos ver ahora. Nació como una gigantesca bola de magma que se formó a partir de los restos de la titánica colisión de un objeto del tamaño de Marte contra la Tierra, hace cerca de 4.500 millones de años.

Cuando el magma se enfrió, se formó la corteza lunar. Sin embargo, otro objeto de gran tamaño impactó contra el polo sur de la Luna, hace unos 4.300 millones de años, formando la cuenca Aitken, una enorme depresión de unos 12 km. de profundidad y más de 2.500 km. de diámetro y que es una de las dos mayores huellas de impacto de todo el Sistema Solar.






La secuencia de imágenes muestra la evolución que ha tenido nuestro satélite desde hace 4.500 millones de años hasta nuestros días.


Pero esa tremenda colisión no fue la única, sino que marcó el principio de una larga serie de violentos impactos que fueron modelando algunos de los aspectos más característicos de nuestro satélite. Con la corteza recién formada y el interior aún muy caliente, la lluvia de meteoritos resquebrajó, hasta hace unos 1.000 millones de años, la delicada superficie lunar, de modo que el magma se fue colando por las grietas y permaneció, como si de un gran mar de lava se tratara, recubriendo durante millones de años una buena parte de la superficie.

Al enfriarse, formó algunos de los "mares" que hoy aparecen como enormes manchas oscuras. De este periodo son los impactos que produjeron algunos de los cráteres más emblemáticos de la Luna como Tycho, Copernico o Aristarco.

Miles de impactos menores terminaron de dar a nuestro satélite su aspecto actual. La Luna que hoy podemos contemplar en el cielo es, pues, el resultado de miles de millones de años de una actividad inimaginablemente violenta.

Fuente: Globovision


La zona en color violeta, en el polo sur de la Luna, corresponde a la Cuenca Aitken, considerada como una de las mayores estructuras de impacto del Sistema Solar, sólo superada por la Cuenca Borealis del planeta Marte. Tiene un diámetro de 2500 kilómetros y una profundidad de 12 kilómetros.

Quantum opina:

Tras la formación de la cuenca Aitken, una de las mayores señales de devastación galáctica de nuestro sistema solar, con una profudidad de 12 kms y una longitud de 2.500, la Luna no terminó todos sus males. A ese gran choque le siguieron innumerables impactos de fragmentos varios procedentes del espacio, ya de menor entidad pero que supusieron una auténtica e incesante lluvia que dejó la superficie como la conocemos actualmente, un erial de cráteres y fragmentos pulverizados.

Un bombardeo que cesó hace 3.800 millones de años pero que después fue seguido de un período de otros 2.000 millones de años de “lluvia fina“. Tras diversos impactos ha ido renovando su semblante y adquiriendo cuencas, depresiones y grietas que componen su superficie. Los cráteres y otras formaciones parecen ser algo permanente pero la Luna no ha sido siempre así. No es redonda, sino en forma de huevo cuyo extremo más grande apunta hacia la Tierra

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