jueves, 22 de noviembre de 2012

La Casa de Contratación de Sevilla (1503-1790) y el premercantilismo

 Fueente;http://www.hispanidad.info/contratahisp.htm
La Casa de Contratación de Sevilla (1503-1790) y el premercantilismo
La Casa de Contratación de Sevilla fue creada por los Reyes Catolicos en 1503, para administrar y controlar todo el tráfico con las Indias al declararlas mercado reservado de Castilla. Nadie podía ir a América ni fletar ninguna mercancía para las Indias sin pasar por la Casa de Contratación de Sevilla; y toda mercancía procedente de las Indias debía pasar por el control de esa institución y pagar allí el impuesto del 20 % a la Corona. Pero esto no pasó de premercantilismo.
También allí se formaba a los pilotos para los viajes a las Indias bajo la autoridad del Piloto Mayor. Adenás, era obligatorio entregar allí informes y "relaciones" que sobre lo descubierto (lo explorado) para construir la cartografía. Y también informes sobre el medio natural, las etnias y los idiomas.
De modo que era un organismo científico, etnográfico, geográfico, historiográfico y de enseñanza náutica, además de centro de control del comercio y de los nombramientos y un archivo.
En 1717, se traslada la Casa de Contratación a Cádiz, porque el puerto de Sevilla, fluvial, iba quedando impracticable por la sedimentación. Y en 1790, fue suprimida la institución, porque ya se había liberalizado el comercio con las Indias en 1778 debido a las ideas fisiocráticas preliberales de los ilustrados. Quedará de ella sólo el Trocadero en El Puerto de Santa María.
La inmensa e importantísima documentación recogida en la Casa de Contratación con todos esos informes constituye hoy el Archivo de Indias, que está en el edificio de la Casa Lonja de Sevilla, construido en la época de Felipe II, entre 1585 y 1598, sobre planos de Juan de Herrera.
El Archivo General de Indias fue creado en 1785. A él, se fueron incorporando los fondos del Consejo de Indias, de la Casa de la Contratación, de los Consulados y de las Secretarías de Estado y del Despacho.
Hoy el Archivo General de Indias conserva más de 43.000 legajos, instalados en ocho kilómetros lineales de estanterías, con unos 80 millones de páginas de documentos originales acerca de tres siglos de historia de las Indias, es decir, América, desde Tierra de Fuego hasta el sur de los Estados Unidos, además de las Filipinas.
Atarazanas de Sevilla, sede inicial de la casa de Contratación
Atarazanas de Sevilla, hoy desaparecidas,
sede inicial de la Casa de la Contratación
La Casa de Contratación fue instalada inicialmente en las Atarazanas de Sevilla, pero ese lugar estaba expuesto a las riadas y era perjudicial para las mercancías, por lo que pronto fue trasladada al Alcázar Real, y allí quedó instalada en la sala de los Almirantes, hasta que fue trasladada a Cádiz en 1717.
Cuarto del Almirante en el Alcázar de Sevilla
Entrada al Cuarto del Almirante,
en el Patio de la Montería del Alcázar de Sevilla,
único vestigio de la Casa de la Contratación

El Archivo de Indias está hoy en la Casa Lonja de Sevilla
En 1543 fue cuando se creó en Sevilla el Consulado de mercaderes, la Casa Lonja como la llamaban en los antiguos documentos sevillanos, la Bolsa como la denominan los viajeros de los siglos XVI-XVIII, o el Consulado como se le llamará en el siglo XIX.
El Consulado asumió una parte considerable de la jurisdicción civil sobre sus miembros, que antes ejercía la Casa de Contratación. Hasta esa fecha, los juicios y pleitos entre mercaderes se celebraban en la Casa de Contratación. Pero en 1543 consiguieron la creación de un Consulado como el de Burgos y como la Lonja de Valencia. El Archivo de Indias está hoy en el edificio de la Casa Lonja de Sevilla.

Se podría considerar como premercantilismo, entre otras medidas de los Reyes Católicos, la reserva del mercado de las Indias para Castilla centralizado en la Casa de Contratación desde 1503.
Pero no habrá una política económica mercantilista de España en las Indias, porque se permite e incluso se fomenta la producción de manufacturas en aquellos países hispanos, aunque hacen la competencia a las de la propia España, lo cual es considerado con sorpresa y crítica por historiadores y economistas extranjeros.
En las Indias se fomentó, al mismo nivel que en España, no sólo el desarrollo económico, sino el cultural con la creación de Universidades.

Una de las prácticas del mercantilismo, inexistente en España, es el llamado eufemísticamente "pacto colonial", como el llevado a cabo por Inglaterra, consistente en que las colonias son reducidas a producir exclusivamente materias primas y a venderlas a la metrópoli, y ésta las elabora y las transforma en productos manufacturados, y las exporta a sus colonias sin competencia, porque el "pacto colonial" empieza por prohibir la manufacturación en las colonias y, caso de que exista, como pasaba en la India, suprimirla previamente.
Las colonias son mantenidas en el atraso económico, social y cultural mediante el mercantilismo.
Las Leyes (Acts) de Navegación adoptadas por Inglaterra entre 1651 y 1660 monopolizan el comercio de su imperio en favor de la flota de su metrópoli y serán un poderosísimo medio de conseguir la hegemonía naval y el dominio del mundo. Son medidas típicamente mercantilistas.
Después Inglaterra, dueña del comercio y único país industrializado hasta mediados del XIX propugnará el
librecambismo para que los demás países bajen las barreras aduaneras con las que protegen su producción de la competencia de los productos industriales británicos con los que no pueden competir, y buscará penetrar en el mercado hispanoamericano y adueñarse de él.
La liberalización del comercio con América de 1778 y la supresión de la Casa de Contratación en 1790 servirá muy bien a sus propósitos.
Pero ellos siguen manteniendo el proteccionismo de los productos que son más caros de producir en Inglaterra, como el trigo, reservándose el mercado interno de su propio país, mediante las Leyes del Trigo, y su hegemonía naval mediante las Leyes de Navegación, hasta mediados del XIX. Hasta 1846 concretamente no se derogan las Leyes del Trigo y hasta 1849, las Leyes de Navegación.

EL MERCANTILISMO
Sistema económico intervencionista (porque el Estado interviene en la economía) y proteccionista (porque interviene, en particular, poniendo barreras aduaneras a las importaciones para proteger la producción nacional de la competencia de los productos extranjeros) con el objetivo de aumentar el poder del Estado, y en particular las reservas de oro y plata, desarrollado como un instrumento de la monarquía absoluta sobre todo por el Intendente Colbert en la Francia de Luis XIV (colbertismo) y continuado durante el XVIII.
Los últimos ministros de Carlos II implantan ya algunas medidas mercantilistas copiadas del colbertismo.
Los ministros de Felipe V, en su política de plena imitación francesa, intensifican el proteccionismo mercantilista (prohíben la importación de textiles para proteger la industria española, crean Reales Fábricas para reducir las importaciones).
En la época de Carlos III, imitando la nueva corriente imperante en Francia, la de
la fisiocracia de los ilustrados, se pasa a la política económica no intervencionista y librecambista (de signo contrario al proteccionismo):
En 1760,
debido a las ideas fisiocráticas preliberales de los ilustrados, se liberaliza la importación de textiles con la consiguiente quiebra de empresas y despido de obreros.
En 1765, liberalizan el precio del trigo, suprimiendo la tasa o precio máximo, en una época de gran escasez debido a las malas cosechas de 1761 a 1765: la supresión de la tasa del trigo hizo subir enormemente el precio del pan en aquellas circunstancias; al año siguiente, 1766, estalló el
Motín de Esquilache.
En 1778, liberalizan el comercio con América. El mismo año liberalizan el comercio del aceite.

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